lunes, 22 de octubre de 2012

NI MAGNETTO, NI CRISTINA


Yo no voy a defender, a esta altura de mi vida a los medios de información monopólicos, ni mucho menos a un gobierno  neo-cardenista, como el actual. Digo que AMBOS MIENTEN cuando dicen que están por "la Libertad de Prensa", o la "Libertad de Expresión". Todos sabemos que la lucha es por monopolizar los medios -TODOS- o manejarlos a TODOS por intimidación, para moldear la opinión pública. Lo máximo que se puede pedir al sistema capitalista, es la "Libertad de Empresa Periodística", y ESA es la libertad que hoy el gobierno de CFK quiere liquidar. Dicen que los elefantes, cuando se pelean, aplastan a las hormigas, pero también las aplastan cuando hacen el amor, ¿o nos olvidamos cuando el Tuerto y Magnetto se daban besos de lengua en público?. Aunque parezca una lucha ajena entonces a nosotros -el "pueblo a pata"- SÍ nos incumbe, pues cuando NI siquiera exista la Libertad de Empresa, estaremos mucho mas expuestos al capricho de los dictadores. A NO confundir, entonces gordura con hinchazón.
Cambiar a MAGNETTO por la troika VILA-MANZANO-SPOLSKY, no me parece un cambio muy progresista que digamos. 
Con algunos retoques el transcripto es un texto de mi amigo Raúl Rioboo

miércoles, 3 de octubre de 2012

LOS DORADOS VEINTE


LOS DORADOS VEINTE- LA DÉCADA RADICAL

Como se explica la performance de Argentina en la pos guerra.

La razones que explican la fuerte recuperación de la economía argentina durante la década de 1920, pueden dividirse en dos grupos, primero aquellas que tienen origen en decisiones de política económica internas, propias de los gobiernos radicales que ocuparon el ejecutivo de 1916 a 1930, y segundo aquellas que tienen origen en el contexto internacional, producto de  los efectos producidos por  el inicio de la Primera Guerra Mundial  y el  esquema internacional que alumbrara al término de la gran guerra.

Es imposible explicar la recuperación económica de los años veinte sin hacer referencia a las consecuencias que tuvo en nuestro país el inicio de la Primera Guerra, ya que el racionamiento producido entre 1914 y 1918 en lo que hace a la oferta de bienes importados y la escasez de fletes disponibles para el comercio provocó, por necesidad, el inicio de algunas actividades industriales. Esta incipiente producción industrial, estuvo liderada por la industria textil aprovechando el algodón chaqueño, y la industria metalúrgica proveedora de insumos para la construcción, a las cuales cabe sumar los rubros clásicos de la Argentina, que son aquellos derivados de su producción agropecuaria como frigoríficos, molinos, fabricas de conservas  etc. y la industria petrolera que paso a abastecer las dos terceras partes del consumo interno.[1]

Aclarado  en forma básica el escenario previo intentaremos enumerar las razones y los acontecimientos que explican la recuperación de la economía argentina en la década de veinte:

1)     Aumento de la demanda interna.

La situación bélica provoco un brusco descenso  de los flujos migratorios ultramarinos, que ya no volverían a tener el ímpetu de otras épocas, lo que sumado a un crecimiento vegetativo de la población mucho mas maduro, provocó un aumento de los salarios que derivo en una mejora en la distribución del ingreso.

Este nuevo escenario permitió que, a medida que las consecuencias de la guerra fueron desapareciendo, el motor de crecimiento industrial  deja de ser la oferta, transformando a la demanda en la nueva  locomotora de un mercado que hacia mediados de la década, era el mayor de América Latina, superaba al de Australia y tenia un tamaño similar al de Canadá.

Esta expansión del mercado  permitió el surgimiento de nuevas industrias  para satisfacer la demanda de bienes no durables, mientras que los bienes durables eran provistos mediante la importación. Un claro ejemplo del proceso dinamizador iniciado a partir del aumento de la demanda es el parque automotor que en la década paso de 67.000 vehículos en 1921 a 411.000 en 1929, mientras que idéntico año el parque automotor de Chile, Uruguay Venezuela, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador y Paraguay sumaba en su conjunto apenas 131.000 unidades[2].

Dentro de las razones que permitieron un mejoramiento del poder de compra de los salarios  habría que incluir algunas medidas tomadas por el gobierno como el  congelamiento de alquileres decretado en el periodo, y otras producto de la coyuntura internacional  como  la disminución del precio de la carne (producto de la crisis ganadera mundial de 1921 – 1924)[3].

2)     Medidas gubernamentales.

Entre las medidas tomadas por los gobiernos radicales tendientes a favorecer el crecimiento, debemos citar: a) El ajuste de las tarifas de avalúo aplicado por M.T de Alvear, que de alguna forma, al encarecer al importación favoreció la industria local, y b) Una mayor injerencia del estado como mediador en los conflictos laborales, tendiente ha evitar episodios vividos en los interno, como la Semana Trágica o por temor a situaciones que se dieron en lo externo como la revolución Rusa. La intervención estatal en la resolución estos conflictos tuvo, la mayoría de las veces, un desenlace a favor de los trabajadores[4]

3)     Panorama Internacional

Contrariamente a la situación que se había vivido hasta el inicio de la guerra, Inglaterra dejo de ser el proveedor de los bienes industriales que el nuevo mercado argentino exigía, por o que, a partir de 1918, el comercio internacional argentino dejo ser bilateral (Argentina/Inglaterra), para transformarse en triangular. Argentina exportaba productos primarios a sus compradores europeos habituales, pero ya no adquiriría productos industriales, ni bienes de capital a Inglaterra. La incipiente clase media argentina exigía productos que eran producidos con más eficiencia y a menor precio por los EE.UU.

Como ejemplo de lo expuesto vale hacer mención que mientras las exportaciones a EE.UU. eran el 9% de las exportaciones totales de Argentina, las compras efectuadas a  la nueva potencia sumaban el 25% de las importaciones totales del país, lo que demuestra que la ahora mas compleja sociedad argentina exigía productos producidos por la potencia emergente, mientras que la producción Argentina tenia muy poco que ofrecer a los EE.UU[5]

Esta situación triangular se pudo sostener durante todo  el periodo en análisis, en función de la existencia de  un orden mundial basado en el multilateralismo comercial y la convertibilidad plena de las monedas. El abandono de este esquema provocaría el derrumbe del modelo, como terminó sucediendo a partir de la gran depresión.

4)     Aumento de la participación argentina en mercado de cereales

De lo expuesto hasta e momento surge un escenario en donde el consumo y la incipiente industria demandan la importación de una importante cantidad de   bienes terminados, de insumos y de bienes de capital respectivamente, por lo que la pregunta clave a responder es si las exportaciones agropecuarias generarían suficientes divisas para sostener este proceso.

Si bien, afortunadamente para Argentina los préstamos e inversiones directas de los EE.UU. compensaban de alguna forma el déficit que se producía, una serie de factores internacionales sumados a algunos procesos internos de mejoras en productividad ayudarían para poder cerrar el círculo virtuoso de la economía.

Como ya se ha dicho en el presente trabajo, para 1914 se había alcanzado el límite de la frontera agropecuaria, sin embargo, y por motivos que se explicaran,  para 1928 Argentina había ampliado de manera importante su participación en el mercado internacional de granos. Evidentes demostraciones de este proceso son  los casos del maíz y el lino que para 1928 alcanzaron  con una participación del 70%, y 80% respectivamente, a lo que había que sumar una participación del 40% en la carne y un 20% en el comercio mundial de trigo hacia finales de la década[6]. Como se ve, si existió algún momento en que Argentina pudo ser considerada como el granero del mundo ese fue el periodo en que ejerció la presidencia Marcelo T. de Alvear.

La situación expuesta se explica por dos tipos de fenómenos que se produjeron en el periodo, 1- En el plano internacional durante la década del veinte la agricultura de Unión Soviética aun no se había repuesto de la guerra civil, y los países de la cuenca del  Danubio seguían padeciendo las secuelas del desastre producido por la Gran Guerra, y 2- En el plano interno se produjo un importante aumento de de la eficiencia y la productividad en el rendimiento de los cultivos de la pampa húmeda.

Como ya se dijo mas arriba aproximadamente para mediados de la década del diez Argentina había alcanzado el límite de su frontera agropecuaria por lo que el aumento de la producción que permitió abastecer el mercado mundial de granos no provino de la incorporación de nuevas tierras al proceso de producción como sucedió en la época de oro del modelo agro exportador. El importante aumento de la productividad se debió al proceso de tecnificación que, ayudado por la disponibilidad de petróleo, se había desarrollado en el litoral fértil del país. Un ejemplo claro de esta situación es el análisis comparativo del parque de tractores y de cosechadoras que había pasado de 797 cosechadoras y 253 tractores en 1917/18 a 28.000 cosechadoras y más de 16.000 tractores una década mas tarde[7].

Conclusión

Resumiendo las razones que explican la recuperación de la economía argentina en la década del veinte se podrían resumir esquemáticamente en las siguientes:

·        Aumento de la demanda interna producto de mejoras salariales y mejor distribución del ingreso.
·        Aplicación incipiente de algunas medidas proteccionistas
·        Aprovechamiento del comercio multilateral y la convertibilidad monetaria
·        Ingreso de capitales provenientes de EE.UU.
·        Problemas en la economías agrícolas de clima temprano del centro de Europa
·        Aumento de la participación en el mercado internacional de granos, producto de mejoras tecnológicas. 


[1] Pablo Gerchunoff  “Causas y Azares …En mas de un siglo de historia económica argentina” en “Argentina” 1910-2010 Balance del siglo”, obra compartida pag. 118/119 Roberto Russell (Editor) Alfaguara 2010.
[2]  Ibidem Pagina 119.
[3] “.“La Ecomomia Argentina entre la gran guerra y la gran depresión” Pablo Gerchunoff - Horacio Aguirre, Oficina de la CEPAL en Buenos Aires, Mayo 2006, pagina 51
[4] Ibidem pagina 51.
[5] Pablo Gerchunoff  “Causas y Azares …En mas de un siglo de historia económica argentina” en “Argentina” 1910-2010 Balance del siglo”, obra compartida pag. 120 Roberto Russell (Editor) Alfaguara 2010
[6] Ibidem pag. 122
[7] Ibidem Pagina 123.